Está justo al lado de la ciudad de Piriápolis. Se accede a su base en vehículos donde hay un parking donde existe una fuente de agua con una escultura tamaño natural de un toro hecha en bronce de la cual brota un surgente natural. Desde el estacionamiento se suben unas escaleras hasta el comienzo del trekking propiamente dicho. Por una pendiente un poco empinada al comienzo y más suave después, al cabo de una media hora se llega a una de sus cumbres, la cumbre sur, que tiene una vista espectacular a modo de “balcón” de la ciudad de Piriápolis y la costa que está muy cerca también. Se puede descender por el mismo sendero o acceder a las otras cumbres. El sendero de ascenso está muy bien marcado y es una caminata corta. Tiene algunos pocos sectores en los que hay que tener cuidado al subir y especialmente al bajar, ya que puede estar resbaloso y hay que ayudarse con las manos. Si bien es un cerro no muy alto, de 250 metros de altura, tiene lo suyo y es un paseo muy bonito y bastante sencillo. La duración total del paseo es de 1 hora (media hora de ida y media hora de vuelta).